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Winnipeg: el barco de la esperanza llega a Chile

Al término de la Guerra Civil Española en 1939, Pablo Neruda, quién se encontraba en Chile, se entera de la situación de los refugiados/as españoles/as en tierras francesas. En ese entonces realiza las gestiones con el Presidente de la Republica Pedro Aguirre Cerda, quién lo nombra cónsul especial para la inmigración republicana española con sede en el país galo.

Luego de más de un mes de travesía, el 2 de septiembre el vapor Winnipeg recalo definitivamente en costas chilenas, en el puerto de Valparaíso. En el venían según el informe del Prefecto de Investigaciones, Oscar Hormazabal Labarca 1.979 refugiados. De ellos, 1.200 se dirigirían en un tren especial a Santiago para ser distribuidos en la capital y otras ciudades del Sur.

Compartimos los documentos pertenecientes a los fondos documentales del Ministerio de Relaciones Exteriores y Ministerio del Interior resguardados en el Archivo Nacional de la Administración ARNAD a 77 años de este acontecimiento. Éstos dan cuenta de la llegada del vapor a costas chilenas, las primeras horas en territorio nacional, y los expedientes de permanencia y nacionalización de dos tripulantes que harían aportes significativos en el país posteriormente: Mauricio Amster y Victor Pey.