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Matanza de la Escuela de Santa María de Iquique en 1907

Solapas secundarias

Huelga Grande de Tarapacá: hito de las demandas obreras


En diciembre de 1907 los trabajadores del salitre se declararon en huelga, exigiendo diversas reivindicaciones tendientes a mejorar sus condiciones de trabajo y de vida.

En las oficinas salitreras se reunían las dependencias de administración, viviendas de trabajadores o campamentos, centros de venta conocidos como pulperías, iglesias, escuelas y centros de esparcimiento y entretención.

En ellas las familias crearon una vida cotidiana que conformó la cultura del salitre.

La rutina era ardua, pues el obrero estuvo desamparado jurídicamente frente al arbitrio de las empresas hasta 1920. Para conseguir mejoras laborales el minero debió luchar y organizarse.

Las paralizaciones más grandes en las salitreras se realizaron a comienzos del siglo XX y procuraron obtener mejoras salariales, pues la elevada inflación había devaluado la moneda.

Esto redundó en un menor precio de las fichas-salario utilizadas por las oficinas como medio de pago. El resultado fue una disminución en la capacidad adquisitiva de los obreros y un monopolio en beneficio de las empresas.

El 4 de diciembre se declararon en huelga los trabajadores del ferrocarril salitrero, quienes obtuvieron un aumento real de salarios para todo el personal. Con este primer logro, los trabajadores regresaron a sus puestos de trabajo. Este hito marcó el inicio de una espiral de reivindicaciones salariales en toda la región.

El 10 de diciembre los trabajadores de la oficina San Lorenzo resolvieron detener sus faenas y la agitación pronto se extendió a la oficina Santa Lucía. En el cantón de San Antonio grupos de operarios recorrieron las oficinas el 12 y 13 de diciembre para llamar al paro e instar a descender a Iquique a reunirse con otros trabajadores.

En el amanecer del 15 de diciembre, 2 mil trabajadores bajaron desde la pampa a las cercanías de la ciudad, donde fueron interceptados por tropas de caballería después de argumentar la alarma que podrían provocar en la población. Este día es conocido como la Huelga Grande.

A las 8:00 de la mañana del día siguiente, los trabajadores se dirigieron al Hipódromo escoltados por el regimiento, para presentar su pliego de peticiones al intendente Carlos Eastman y al general Roberto Silva Renard, quien comandó las unidades militares bajo instrucciones del ministro del interior Rafael Sotomayor Gaete. Ellos prometieron interceder para que los patrones de las salitreras acogieran sus demandas.

Las negociaciones se repitieron sin resultados. La paralización se extendió a otras oficinas salitreras de la provincia como Lagunas, Granja, Buenaventura y Alianza, desde las cuales nuevos contingentes de trabajadores bajaron a Iquique para sumarse a la movilización.

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