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Los primeros Jardines Zoológicos de Santiago

Fotografía antigua.

La historia comienza, en 1869, cuando el doctor alemán Carlos Seguel convenció Rodolfo Philippi, naturalista y director del Museo Nacional de Historia Natural, Francisco Echaurren y Diego Barros Arana para formar un Jardín Zoológico.

Luis Sada de Carlo, agrónomo italiano - director de la Escuela Práctica Agrícola y administrador de la Quinta Normal de Agricultura- prestó un espacio en su quinta, frente a la Estación Central, donde se reunieron más 200 animales y se contrató al personal para su administración. Barros Arana relata en su libro “Don Rodolfo Amando Philippi. Su vida i sus obras”: “Allí se reunieron unos doscientos o trescientos animales adquiridos por compra o por donativo, i el jardín se inauguración en la primavera de 1869, atrayendo bastante concurrencia, sobre todo, los días festivos. Los veinte centavos que pagaba cada visitante, producían una entrada no despreciable” (1).

Seguel argumentaba que el zoológico se financiaría con el dinero de las entradas y con la venta de animales chilenos a instituciones homólogas europeos. Sin embargo, cuenta Barros Arana, que el primer envío de especies murió casi todo en el barco. Philippi escribió en diversas cartas (2) que los gastos eran muchos y era difícil sostener esta empresa. Finalmente, al parecer el proyecto no duró mucho más tiempo, así da cuenta Barros Arana: “En resumen, aquella tentativa cost6 una pérdida de cerca de ocho mil pesos que tuvimos que pagar entre los cuatro asociados. Este fracaso nos demostró que era imposible crear i sostener un jardín zoolójico en esas condiciones” (3).

Décadas mas tarde, en el año 1882, en la Quinta Normal de Agricultura, fue creado el Jardín Zoológico de Aclimatización, por el profesor Julio Besnard, zootecnista francés, quien llegó a nuestro país en 1874, y organizo además el Hospital Veterinario.

Junto a los animales nativos, había especies exóticas provenientes de la Exposición Internacional realizada en la misma Quinta Normal, entre el 16 de septiembre de 1875 y el 16 enero de 1876, en el llamado “Palacio de la Exposición”, edificio que hoy ocupa el Museo Nacional de Historia Natural (MNHN). Precisamente, en 1876, el museo se trasladó al recién inaugurado inmueble, a cargo del naturalista alemán Rodulfo Amando Philippi, quien también comenzó la construcción del Jardín Botánico.

El Jardín Zoológico estaba ubicado al lado sur poniente del MNHN, contiguo al Hospital Veterinario, y en conjunto sumaban casi 2 hectáreas. Hoy estos terrenos son ocupados por el Campus Occidente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile. Frente al hospital –en la calle en que recorre la fachada del MNHN–se emplazaba el Acuario.

En la publicación “Breve reseña sobre la Quinta Normal de Agricultura”, de 1901, René Le Feuvre escribe que el Jardín Zoológico poseía mayoritariamente especies nacionales y uno que otro espécimen extranjero, y que era una de las mayores atracciones del parque. Asimismo, da cuenta de que este espacio fue concebido dentro de un sistema integrado de instituciones científicas y educativas: “Sirve de complemento al Museo Nacional de Historia Natural i Jardín Botánico para el curso de Historia Natural del Instituto Agrícola i como campo de esperiencia para el estudio i aclimatación de animales útiles al país” (4).

La relación con el MNHN, también, se daba a través de la donación de los animales que morían para que fueran disecados y luego puestos en exhibición en el museo. Así, lo registran algunos números del Boletín del Museo Nacional de Historia Natural, desde 1909 a 1918:  el Jardín Zoológico fue el mayor proveedor de mamíferos y aves para la sección de Zoología. De hecho, en 1910, el director de entonces del MNHN, Eduardo Moore planteó: “Para completar el estudio de la Zoolojía creo conveniente hacer presente a U.S. que de esta sección podría depender el Jardín Zoolójico el cual suministra los animales que se mueren. Bajo la dependencia de la Sección de Zoolojía podría formarse un Jardín Zoolójico de animales chilenos para el estudio de ellos i de animales estranjeros, lo que secundaria en bien de la instrucción i del entretenimiento público” (5).

En la década de 1920, varias instituciones de la Quinta Normal de Agricultura decaen, entre ellas el Jardín Botánico (6) y el Jardín Zoológico. Este último, en 1925, trasladó sus últimos animales al nuevo Zoológico Nacional, ubicado en el Cerro San Cristóbal.

 

Notas:

  1. Barros Arana, D. (1904). Don Rodolfo Amando Philippi. Su vida i sus obras. Santiago: Imprenta Cervantes. Pp. 167.

  2. Archivo administrativo del Museo Nacional de Historia Natural.

  3. Barros Arana. Op.cit. Pp 168.

  4. Le Feuvre, R. (1901). Breve reseña sobre la Quinta Normal de Agricultura. Santiago: Imprenta Moderna. Pp. 36

  5. Informe del Museo Nacional. (1910). Boletín del Museo Nacional de Chile. Tomo I N° 1. Pp. 7. https://boletinmnhn.cl/index.php/ojs/article/view/950/997

  6. “Cayó por primera vez en el abandono en 1922, situación en la que permanecería durante casi setenta años”. Lopez, M. (2017). La Quinta Normal de Agricultura: Un nodo chileno en la red global de conocimientos. El caso de estudio del jardín botánico. (Tesis para optar al grado de Licenciado en Historia). Universidad de Chile.

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