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Archivos Mujeres y Géneros

Arte, política y sexualidad

Las Yeguas del Apocalipsis: un archivo disidente

Publicado el 15/04/2018
Dos hombres desnudos sobre un cabello llevado por una cuerda por dos mujeres en una calle.
Refundación de la Universidad de Chile, 1988.
Son cerca de 800 documentos que muestran la trayectoria del colectivo, entre los años 1987 y 1997, que dan cuenta no sólo de sus acciones artísticas sino también de sus intervenciones políticas y su activismo en el movimiento LGBT chileno.

Más de 100 personas colmaron el Salón Ricardo Donoso del Archivo Nacional (AN), este 19 de abril, para asistir a la presentación del Archivo Yeguas del Apocalipsis, que recoge registros del colectivo que estuvo integrado por Pedro Lemebel y Francisco Casas, y que fue creado por los investigadores Fernanda Carvajal y Alejandro de la Fuente

Son cerca de 800 documentos que muestran la trayectoria del dúo entre los años 1987 y 1997. Se trata de videos y fotografías de acciones de arte, testimonios de personas que presenciaron sus intervenciones y documentación de las exposiciones de distintas partes del mundo. El archivo también reúne documentos de una serie de hitos de la historia de la disidencia sexual y del movimiento LGBT chileno en los que participaron Lemebel y Casas en la primera mitad de la década del 90’.

Un acervo documental que fue donado al Archivo Mujeres y Géneros (AMG) del AN, y que en palabras de su directora, Emma De Ramón, significa “acercar la institución a la gente real que hace país, que hace cultura y patrimonio todos los días”. Asimismo comentó que era importante rescatar la historia que da cuenta del desarrollo del arte en Chile, expresando que: “Ojalá este sea un primer paso para que los archivos de arte también ingresen al Archivo Nacional”.

Para la curadora y académica de la Universidad de Chile Soledad Novoa es fundamental que este conjunto documental sea depositado en el AN, especialmente en el AMG, y no sólo en una institución artística. “Creo que el AMG podría darle un contexto político e histórico más complejo, así como una mayor difusión, visibilización y rendimiento tanto desde la historia del país, el arte y la sexualidad como del activismo”, afirmó.

En tanto, la encargada del Área de Programas Públicos del Museo de la Solidaridad Salvador Allende, Soledad García, destacó la constancia y el esfuerzo los investigadores en la conformación del archivo: “Sacar adelante un conjunto de 800 documentos al acceso público a través de un sitio web y acopiado en tres instituciones –AN, Museo Nacional de Bellas Artes y Biblioteca Pública de Concepción– es una labor excepcional. No me refiero sólo a la cantidad de material y su designación en estas instituciones, sino sobre todo al considerar el carácter “marica” de la Yeguas del Apocalipsis. Un colectivo que surge desde un nombre en plural, marginal, cambiante, ofensivo, y que se multiplicó en sus identidades corporales, humanas, chamánicas, animalescas, sudacas y pobres”.

Un archivo inusual

La idea del Archivo Yeguas del Apocalipsis surgió en 2014, pocos meses antes de la muerte de Pedro Lemebel. En 2015, el proyecto fue financiado por Fondart Nacional en la línea de investigación, y contó con el patrocinio de la Galería D21, de Pedro Montes.

“Desde la formulación del proyecto defendimos la constitución del archivo como un archivo público, que quedaría al acceso en tres instituciones como un conjunto de documentos indivisibles y no comerciables”, expuso Fernanda Carvajal, quien precisó que la confección del archivo transcurrió en un territorio de tensiones donde había distintos intereses y actores en juego.

Justamente, la recolección del material fue un trabajo complejo, debido al carácter efímero de las performances del colectivo. Videos y fotografías estaban diseminados en muchas personas, sólo algunos registros estaban en manos de los autores. Y en este marco, surgía desde la archivística una primera dificultad: al consultar a archiveros supieron que la constitución de un archivo surgía de la abundancia. En este caso, se comenzaba desde la precariedad, y con la barrera que suponen los derechos de autor de artistas e intelectuales que registraron las acciones de arte de las Yeguas del Apocalipsis.

“El archivo no tenía un orden original, por lo tanto, el principia de procedencia, según la norma archivística no servía de nada. Eso sería fundamental para definir la estructura de este conjunto de documentos, ya que se fue conformando a medida que avanzaba la investigación”, explicó Alejandro de la Fuente.

Al respecto, Fernanda Carvajal señaló que por ello lo denominaron “archivo de copias”, concediéndole una legalidad sospechosa. “Esta condición fallida es también una potencia que hizo posible dotarlo de una cierta promiscuidad al colocarlo en tres instituciones, interrumpiendo las lógicas de exclusividad que rigen las iniciativas tanto privadas como públicas”, explicó.

Reflexiona que el apelativo de “archivo de copias” no sólo permite señalizar las políticas de invisibilización de las disidencias sexuales del registro y de la historia, sino también “habla de la manera en que las Yeguas realizaban su práctica y de lo que puede entenderse como cierto desapego a su archivo”.

De la Fuente comentó que el archivo impreso y el digital (sitio web) están organizados de maneras diferentes, pero que ambos permiten una búsqueda dinámica y sencilla. De este modo, los interesados pueden acceder a la documentación del colectivo en el AN (Miraflores 50, Santiago), así como en el sitio web www.archivoyeguasdelapocalipsis.cl