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Archivos Mujeres y Géneros

Exposición

Puntadas contra el olvido

Publicado el 18/01/2017
Maniquí con una pantalla atrás.
Muestra en el Salón Los Conservadores.
"Corazones: Ni Una Menos", de Patricia Ruiz Delgado, es una muestra que realiza un llamado de atención sobre la violencia de género, a través de corazones bordados y acompañados de un poema escrito para cada mujer asesinada.

Hilos, tramas y colores dibujan los corazones que la artista Patricia Ruiz expone en el Archivo Nacional, hasta el 17 de febrero. La exhibición "Corazones. Ni Una Menos" presenta bordados alojados en pequeñas cajas, especie de pequeños altares que configuran un panteón luminoso en recuerdo de mujeres asesinadas por la violencia de género.

Bajo cada corazón existe un texto, un poema, que dialoga con la vida y la muerte de las mujeres, evocadas en fotografías. Flores y zapatos a los pies complementan estas obras que hablan de memorias.

"Corazones. Ni Una Menos" es una exposición que desde una búsqueda personal configuró un llamado de atención sobre la furia y el dolor, pero también sobre la lucha y la esperanza. "La muerte es un cotidiano de las mujeres de este continente, la cultura nos asesina y yo no puedo quedarme en silencio, debo gritar, decir en voz alta sus nombres, contar sus vidas y que cada una de esas mujeres se transforme en colores", expresa Patricia Ruiz.

"Inquietantes bordados a veces casi sin trama, en que tarde o temprano se nos ofrece la verdad en un instante revelador, de un palpito, de un camino…", comentó la dramaturga y narradora Flavia Radrigán, durante la inauguración.

"Corazones no es una exposición maratónica, son episodios breves que arman historias que no ocurren literalmente en el tiempo", agregó Radeigán, valorando el gesto de develar este territorio caótico, absurdo, de la existencia humana.

El escritor Juan Pablo Sutherland, también analizó el trabajo: "Patricia Ruiz ha bordado cada corazón como pieza única, como si cada hilo, cada puntada, cada color, cada respiración sobre la tela fuese una poética posible para revivir la vida desnuda que quedó atrás. El acompañamiento es cómplice, pulcro y sin victimización. Los corazones dispuestos en cajas blancas y tocando el suelo, flores "siemprevivas" que re-construyen un jardín para recordarlas sin finitud".

"Son tantos corazones rotos como mujeres asesinadas, corazones bordados que acompañan para contener en algo, ese momento, ese instante, ese día, esa noche, esa tarde, esa mañana triste o fatídica", reflexionó el literato.

Precisamente, la muestra está coronada por un lienzo con la frase que resonó con fuerza contra el femicidio en 2016: Ni una menos. Esa es la puntada que traza con mayor ímpetu Patricia Ruiz.